Ayer me paso algo anecdótico. Si bien había escuchado al respecto, a mi todavía no me había pasado. Pero ayer pude comprobar cuanta razón se tiene cuando se dice: “Cuando le prometas algo a un niño, hay que cumplírselo”.

Les cuento un poquito. Ayer por la noche bañaba a mis hijitos cuando Álvaro (el mayorcito, próximo a cumplir 3) me dijo “Mama quiero que duermas conmigo”. Un poco saliendo del paso, le dije “Cuando termine de acostar a Alejandro, voy y te acompaño, te lo prometo”.

Mis dos hijos se fueron a acostar y yo me fui a mi cuarto. Estaba cansada y olvide lo que le dije a Álvaro; claramente él no. No habían pasado muchos minutos cuando comenzó a llamarme. Luego de esperar un ratito en vano –esperaba que se durmiera nuevamente – fui a su cuarto y le dije “Que pasa hijito, ya es tarde! Mañana tienes que ir al nido!” y él me dijo “Mama, tu me prometiste que ibas a dormir conmigo y no has venido!” PLOP! Habia tomado muy en serio mi promesa y con justo derecho demandaba su cumplimiento!!

Las promesas que hacemos a nuestros engreídos debemos cumplirlas, o al menos tratar de hacerlo; así ellos creerán en nosotros y sabrán que somos unos padres honestos, que cumplimos lo que decimos y que nuestra palabra vale. Si prometemos algo que NO vamos a cumplir, lo mas probables que ellos no se convenzan con las excusas o justificaciones que les demos (si las damos). El mal ejemplo ya habrá sido sembrado y también la desconfianza de nuestros hijos en nosotros, sus principales referentes. Lo que es peor, nuestro incumplimiento también nos quita autoridad como padres, perderemos credibilidad, y los desilusionaremos como personas. Si no cumplimos que ejemplo le damos a nuestros hijos?
Antes de prometerle algo a nuestros niñ@s, siempre pensemos si lo vamos y estamos en capacidad de cumplirlo. Si no, es preferible decirles directamente que no.

Hay promesas que por circunstancias ajenas a nosotros no vamos a poder cumplir como por ejemplo, si le decimos a nuestros niños “te prometo que mañana vamos al cine” y justo nuestro niñ@ amanece mal no vamos a poder llevarlo, en este caso tenemos que mantener nuestra promesa hasta que nuestro niñ@ este bien.

Les dejo el link de un relato lindo que habla sobre la promesa http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1419625/jewish/La-Promesa.htm

Por eso “Es mejor que no le hagamos promesas a nuestros hijos que no podamos cumplir y se les prometemos algo hay que cumplirla.”
Moni