Recuerdo las épocas cuando mis hijos eran aún bebes y se me hacia todo un problema salir a almorzar con ellos a un restaurante. No solo por todo el equipaje que uno tiene que cargar (entre pañales, mudas, baberos, biberones, leche, papillas, etc), sino también por cómo iba a entretenerlos a la hora de comer (es decir, cómo poder comer tranquila!).



Ahora que ya crecieron un poco y puedo salir a almorzar con más calma, veo a varios papis que tiene que turnarse para comer. Mientras el papá come, la mamá se encarga de entretener a su pequeño y luego a la inversa. Esto pasa porque el bebé es aún pequeño como para sentarse en una silla de bebes o porque el restaurante no cuenta con una. ¡HORROR!

OJO! El tema crucial no solo es el tema de la silla de comer, sino también el área que destinan los restaurantes en los servicios higiénicos para poder cambiar a nuestros pequeños y otra cosa no menos importante el tema de distracción que éstos les pueden brindar. ¿Es todo un tema no?

Hay restaurantes que no cuentan con un cambiador de bebes. Me pasaba varias veces cuando los chicos eran pequeños y tenía que cambiarles el pañal, iba al baño y me daba con la sorpresa que no tenían destinada un área para el cambio de pañales, así que no me quedaba de otra que cambiar a mis pobres hijos en el espacio que hay entre un lavadero y el otro, les ha pasado? Y esto no es solo acá. Hace un par de años me fui de vacaciones a San Francisco y me di con la sorpresa que habían restaurantes que tampoco tenían cambiador para bebes 😮


Otra cosa que me ha pasado es que hay restaurantes en donde da la impresión que al dueño le estresan los niños jajaja. A nosotros nos encanta el chifa, mis hijos se chupan los dedos y toman hasta sopa!! Pero los niños son niños y hacen bulla y son traviesos y por ahí tú ves al dueño dando vueltas y acercándose a tu mesa tratando de calmar a tus chicos para que dejen de hacer bulla (me da un poco de rabia porque al final del día ellos también son consumidores de sus productos).

Después de todo mi recorrido por algunos restaurantes, encontré el ideal!! Porque no solo los snacks, ipads, iphones, crayones y las hojas calman a los chicos, tiene que haber algo más! Es por eso que a mí me ENCANTA ir al Rincón Gaucho (OJO!! Esto no es publicidad, es una recomendación personal). No solo porque se come rico, sino porque el baño tiene un área súper cómoda para el cambio de pañales o muda y, además, cuenta con un área destinada para los chicos con inflable con pelotas (esto les encanta a los chicos), juegos para los mas chiquitines y para los más grandes Wii!!! Todo esto con la supervisión de una persona encargada del restaurante. Ya se imaginaran lo que es!! Ahí tienen la hora del almuerzo asegurada para comer con tranquilidad, no solo porque después de almorzar los chicos pueden ir jugar o si van almorzados (que es mi caso, en lo personal prefiero que almuercen temprano en la casa y si quieren picar algo en el restaurante normal) van de frente a jugar!! Se van fascinados!!



La idea de salir a almorzar es pasar una hora en familia, en armonía, comer con tranquilidad y encontrar las comodidades que una mama necesita para su engreído. Para ello, sería ideal que los restaurantes – sobre todo aquellos pensados en recibir familias a la hora de almuerzo – piensen un poquito en los chiquitines y les den un espacio para ellos, porque ellos también tienen derechos.


Y tú, te sientes identificada conmigo?

Mónica