¿Les ha pasado alguna vez que siendo mamá quieres encargarte directa y personalmente de todos y cada uno de los detalles?

Cuando estaba en el colegio (o sea hace uff!!), había un taller de manualidades que me encantaba!! Era el taller de tarjetas de pergamino y siempre participaba en éste con entusiasmo y dedicación (recontra chancona ja!). El pergamino, hasta ahora, me parece un material fascinante porque sintetiza elegancia y sencillez.
Varios años después y ya en mi “rol” de mamá he redescubierto la magia de trabajar este material. Es verdad que lo delicado del pergamino demanda mucha paciencia y dedicación (y un poco de exploración también, porque se ha vuelto difícil de conseguir, al parecer las librerías ya no lo venden buuhhh!!), pero los resultados son muy gratificantes y calzan perfecto para que ustedes mismas puedan hacer pequeños recuerditos para las fechas significativas de sus engreídos.
Cuando dejé de trabajar apoyé a una ONG dando clases a un lindo grupo de chicas, entre ellas mamis, que tenían la ilusión de hacer ellas mismas las tarjetas para sus hijos y otras tenían la idea de juntarse y poner un negocio. J
Habiendo terminado con esa obra social es cuando nació mi primer hijo y yo quise hacerle sus capillos de bautizo, sabiendo que era un trabajo agotador, pero lindo!!!
Ahora para mi segundo hijo, estoy haciendo lo mismo.
También se puede hacer tarjetas de primer comunión!!! Se animan??
Para no aburrirlas les dejo una pequeña muestra de mi trabajo, espero que les guste.
Moni